Cuchillo de obsidiana y resina

La importancia de lo religioso en el mundo de los mexicas era tal, que desde que nacía hasta que moría, el individuo cumplía estrictamente con todas las actividades relacionadas con el culto.

Además de sacerdotes y chamanes, existían adivinos, llamados tonalpohualli, que aplicaban el complicado ritualismo del calendario. Las ceremonias podían ser fijas (según el calendario normal de 365 días) o bien movibles, las cuales dependían de un ciclo adivinatorio de 260 días y otros ciclos que determinaban la existencia de la buena o la mala suerte para el individuo y la comunidad. Los sacrificios humanos y las ofrendas a las diosas de la fertilidad se regían por los estos ciclos.

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